Te damos la bienvenida a esta, nuestra página, que está creada, según la ciencia, por unos auténticos cretinos. Sí, lo tenemos que admitir. Somos unos cretinos, porque no aguantamos las faltas de ortografía. Los errores ortográficos nos sacan de quicio, y por ese motivo creamos esta web, y tú has terminado en ella porque escribes mal, seguro.
Así que nosotros somos unos cretinos, según un estudio de Julie Boland, de la Universidad de Michigan. Por supuesto no te recomendamos leer nada escrito por la Sra. Boland, ya que sin conocerla y visto lo visto, debe ser como para arrancarse los ojos; y desde luego, jamás desperdicies tu dinero estudiando o enviando a tus hijos a estudiar a la Universidad de Michigan, ya que volverán hablando (y escribiendo) como si se hubiesen criado dentro de un contenedor en barrio más putrefacto de cualquier ciudad de la Tierra, o con una manada de lobos salvajes.
Porque la ortografía es necesaria. En todos los idiomas y por varios motivos que vamos a exponer aquí. Ciertamente nadie está libre de cometer errores ortográficos, y es más fácil caer en unos que en otros. Hoy en día, y debido a internet, los errores ortográficos que las personas cometen se han disparado y se han vuelto más visibles.
Algunos errores ortográficos incluso se han viralizado de tal forma que a veces es casi imposible recordar el modo correcto de escribir algunas palabras. Y siempre, siempre, siempre, en cualquier discusión de internet, va a ‘ganar’ aquel que pueda humillar al otro por su nefasta ortografía, a pesar de que sus razones o argumentos sean peores que los de la persona que escribe mal; pudiendo ser hasta inexistentes.
De modo que a pesar de que la Sra. Boland nos llame cretinos, nosotros recogeremos con orgullo el guante que nos ha echado, prestos a dar batalla en este duelo por las letras que estamos dispuestos a ganar. Porque la ortografía no trata solo de ganar discusiones en internet, es mucho más que eso y lo vamos a demostrar. Esperamos darte motivos para tenerte de nuestro lado y que seas nuestro padrino o nuestra madrina, nos jugamos mucho.
La ortografía consiste en el conjunto de normas que regulan la escritura de una lengua. La palabra ortografía viene del griego. De las palabras “orthos” y “grapho”; “orthos” quiere decir correcto, y “grapho” significa escribir. De este modo tenemos que ortografía significa: escribir correctamente.
Se escribe correctamente cuando se respetan las reglas ortográficas. Las reglas ortográficas son el conjunto de normas y convenciones que regulan la escritura de los fonemas de una lengua, así como también las irregularidades o excepciones que podemos encontrar.
La ortografía se divide en tres subgrupos:
En esta web vamos a incidir especialmente en la última sin dejar de lado la primera, ya que nos dedicaremos esencialmente a trabajar sobre palabras aisladas.
Dominar la ortografía es lo que permite organizar y expresar las ideas de manera clara y precisa. Solo de ese modo se pueden evitar malos entendidos y confusiones en la comunicación. Por supuesto, la comprensión lectora de la otra parte es imprescindible a la hora de ‘descodificar el mensaje’, pero no permitamos nunca que nos puedan echar en cara que el error salió de nosotros. Mantengamos la dignidad.
Escribir sin errores ortográficos permite una buena comunicación escrita, lo cual hace que el destinatario reciba adecuadamente las percepciones que deseamos transmitir, si el destinatario resulta ser un zoquete ya no es culpa nuestra. Además, el cuidado de la ortografía refleja interés, competencia, profesionalidad y cultura por parte de quien escribe, logrando mejores relaciones y esquivando, de una forma elegante y sutil a todas aquellas personas que, por mentecatas, no resultan deseables en nuestras vidas.
Una correcta ortografía refleja nuestra personalidad y forma de ser. Y al contrario, una ortografía trufada de errores nos muestra al mundo como a personas dejadas, sin ningún tipo de preocupación por lograr que se comprenda bien aquello que pensamos y sentimos, de lo que se infiere que le damos escaso valor e importancia a todo ello.
Las faltas de ortografía en el contenido de un texto, de un comentario en un blog, una respuesta en un tema de algún foro o incluso de un mensaje o recado, se pierde calidad y se dificulta la comprensión de lo escrito. A su vez, la persona que lo escribió pierde autoridad, pudiendo ser fácilmente ridiculizado o refutado.
Gracias a la tecnología, la mayoría de las tareas escolares ahora se realizan en un ordenador con procesador de textos. Los procesadores de textos suelen incluir corrector ortográfico automático, aunque a menudo a este tipo de herramientas las carga el diablo. Ya sea porque no están del todo bien logradas o porque no se utilizan debidamente, este tipo de herramientas muchas veces más que ayudar, enreda más al alumnado y a quienes las usan.
Los correctores de texto otorgan una falsa sensación de seguridad, al tiempo que hacen que quienes los usan se olviden de las normas, no se fijen en si en realidad están escribiendo debidamente, e inclusive se encuentran con que a veces el corrector les ha cambiado tildes o palabras enteras, cambiando de ese modo el sentido del texto por completo. O dejándolo sin sentido.
De este modo, el problema de la ortografía no es tan sólo un problema de la etapa escolar, se extiende mucho más allá. Actualmente los errores de ortografía florecen en cualquier espacio de la vida: cartas, currículo, trabajos de investigación, memorándums, oficios… incluso el periodismo es incapaz de escapar de ellos. Todo aquello que se escribe y que en consecuencia debería escribirse de modo impecable, en lo que a ortografía se refiere, resulta muchas veces, vergonzosamente ininteligible.
Los correctores ortográficos deberían ser solo una herramienta más para facilitarnos la vida, pero nada más. No hay que depender, y mucho menos confiar en ellos a ciegas. Por ello es imprescindible seguir atentos a los diversos errores ortográficos que cometemos, y que han aumentado con el simple hecho de estar usando teclados.
Los motivos por los cuales una persona escribe con errores ortográficos son variados. Desde estar escribiendo sin prestar atención a lo que se hace, pasando por la escasa importancia que se le da a la ortografía, la poca afición a la lectura de libros, o lecturas de escasa calidad tanto literaria como de edición, y la influencia de otro tipo de lenguajes que llegaron con las nuevas tecnologías, como el usado con los mensajes de texto, con la consiguiente mutilación del lenguaje.
Cuando solo escribíamos a mano la mayor parte de faltas de ortografía que se daban en una palabra ocurrían por motivos fonéticos. Al existir más de un grafema por un mismo fonema, o al haber grafemas que hay que escribir pero que son mudos, como ocurre con la letra ‘h’. Este tipo de faltas se siguen dando hoy en día, y es importante conocer las normas de ortografía y sus excepciones para no caer en ellas
Existen otro tipo de faltas que se dan desde que existen los teclados y que en esta era digital son todavía más frecuentes, debido a la velocidad con la que se suele escribir y que a menudo los teclados no son mecánicos, sino que se escribe también desde diversas pantallas táctiles. Además de lo mencionado anteriormente sobre la falta de atención y en nuevo lenguaje digital que tiende a ahorrar caracteres, en detrimento de la calidad del mensaje
Estas faltas se pueden reunir en tres grupos: Las que suceden por sustitución, en las que sin querer, sustituímos una letra o carácter por otro cercano en el teclado; las que se dan por transposición, que son aquellas en las que cambiamos de lugar las letras dentro de la palabra, posiblemente por la velocidad a la hora de escribir; y por último las que ocurren por omisión, que suelen darse cuando no pulsamos bien del todo uno de los caracteres y no aparece escrito. A menudo este tipo de errores suelen recibirse con más comprensión por parte de los receptores, ya que se entiende que han ocurrido tecleando, y no por omisión de las nociones básicas de ortografía de quien escribe. Pero ante una furibunda batalla dialéctica en un acalorado foro de internet no esperes ningún tipo de compasión por ellas, porque van a ser usadas en tu contra, te lo aseguramos.